¿Es que no hemos logrado infundirles la pasión que sentimos por la música y el violín? nos preguntamos los profesores.
¿Es que no será capaz de perseverar y comprometerse? se suelen preguntar la mayoría de padres.
Ambos, padres y profesores deseamos lo mejor para ellos.
Los padres, que tengan ilusión y dediquen tiempo a una actividad que les hará más humanos y responsables. Los profesores, que puedan dominar el instrumento técnica y musiclamente.
Necesitamos saber cómo son nuestros hijos y alumnos y cómo van evolucionando sus gustos y necesidades:
Para ello es imprescindible comunicarnos con ellos, y en el caso de la música:
- Preguntarles qué escuchan normalmente
- Averiguar si el violín está unido a su realidad musical
- Dedicar un tiempo personalizado a cada uno para dibujar una trayectoria basada en sus preferencias
- Mostrarles la gran cantidad de tipos de música que existen y los jóvenes como ellos que con sus violines han marcado diferencias
En un contexo complejo y globalizado, muchos de los principios en los que está basada la enseñanza
tradicional del violín no son amenos ni adecuados musicalmente para la nuevas generaciones, rodeadas de una gran variedad de estilos.
Es por ello que en las clases a alumnos adolescentes se debe compartir con ellos cd's, libros, enlaces a páginas web, etc. para que puedan tener una perspectiva musical actual y realista. Ellos mismos deben proponer obras que deseen tocar y el profesor debe ser capaz de proporcionnarles arreglos para violín adecuados a su nivel, que vayan introduciendo nuevas dificultades. De esta manera desarrollarán la técnica y la música desde una obra deseada y no desde una actitud tediosa.
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