Cómo hacer que tu hij@ estudie sin recurrir a la violencia (IV)

La naturaleza del estudio vs la naturaleza de los niños

El estudio no es una actividad naturalmente inherente a la infancia; a los niños les puede encantar tocar el violín, pero no estudiarlo. El proceso de mejorar mediante el estudio es biológica y psicológicamente aprendido, no inherente a la naturaleza del niño.

Por eso es importante desarrollar algunas actuaciones para superar las dificultades que se pueden dar en el estudio:

- crear estados físicos de calma y psicológicos de concentración
- mantener los días de práctica; reconocer y respetar los compromisos que hemos pactado
- llevar a cabo los tiempos pactados para estudiar;

  • si elegimos por la mañana antes de ir al colegio requerirá ir a la cama antes y despertarse antes
  • si elegimos por la tarde después del colegio tendremos que lidiar con el cansancio de todo el día.

- reconocer la naturaleza individual y no social del estudio; requiere estrategias muy concretas.
- conocer las dificultades relacionadas al proceso de perfeccionamiento de una pieza;

  • los niños no tienen la madurez de apreciar los resultados del trabajo a largo plazo
  • el progreso durante el / los primeros años es lento
  • el sentimiento de recompensa y progreso puede ser difícil de apreciar.

- admitir que la práctica es un trabajo duro, aunque lo hagamos lo más divertido posible.
Tocar un instrumento es un ejercicio que requiere coordinar facultades físicas, mentales y emocionales. Se pueden estar coordinando unas 30 acciones a la vez durante la ejecución de una pieza musical. Es normal tener momentos de frustración, decepción, desánimo, y más si en ocasiones hemos tenido que renunciar a otras actividades (o a parte de su tiempo).
Los padres deben de ser conscientes de este nivel de complejidad y ayudar a sus hijos a abordar el estudio paso a paso y dificultad por dificultad (mediante los puntos de enseñanza). Al fin y al cabo son la fuente primaria de motivación en los primeros años de aprendizaje, y no olvidemos que en ocasiones no podremos controlar la actitud de nuestros hijos, pero siempre podremos controlar nuestra propia actitud.

Estos puntos nos pueden ayudar a crear una buena base de estudio. No nos olvidemos de fomentar la escucha consciente, la disciplina, el compromiso y la humildad a la hora de afrontar la práctica.
Es entonces cuando los niños irán más allá de la diversión hacia la inspiración, la satisfacción y el sentimiento de plenitud que la experiencia musical proporciona. De esta manera música será para ellos sinónimo no de estudio, sino de plenitud personal.

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