Enseñar desde el yo nº2

Cuando un profesor reconoce el potencial humano del yo nº2, lo único que puede desear es honrar esta fuente de vida y conocimiento y poder honrarlo enseñando a sus alumnos a reconocerlo.

Con un nuevo grado de humildad miramos hacia nosostros mismos y admitimos que quizás la verdadera sabiduría no es encontrar respuestas nuevas si no reconocer la profundidad de las antiguas.



La humanidad ha estado tan absorbida en superar desafíos externos que ha descuidado en muchas ocasiones los desafíos internos. Los profesores debemos de ser capaces de guiar a nuestros alumnos en las habilidades tanto externas como internas; debemos tener como objetivos no sólo dignificar su profesión, sino también sus vidas; desarrollar el potencial humano y las habilidades interiores que poseen.


 Aquí dejo unos consejos que han mostrado ser de gran ayuda para enseñar desde este yo nº2:

  • Evitar demasiadas instrucciones técnicas;
    • Impiden la concentración en el instrumento de juego (en nuestro caso el violín y el piano)
    • Resultan demasiado complicadas y complejas
    • Crean frustración y críticas
    • Pueden producir una pérdida de confianza en la capacidad para aprender.

    • Evitar al máximo las instrucciones verbales; lo que enseñamos realmente es la observación. Damos la oportunidad de que las mejoras ocurran por sí mismas en el alumno, enseñándole a que se observe con desapego e interés, con una atención no crítica. Entonces enseñamos a sentir. El mérito de enseñar desaparece, porque sólo queda el aprendizaje. Si tu cuerpo ya sabe como ejecutar algo, deja que ocurra; si no lo sabe, deja que aprenda. El yo nº2 recuerda cada acción ejecutada y sus consecuencias de acuerdo al nivel de concentración y alerta.

      • Evitar las evaluaciones y juicios: el juicio comienza cuando calificamos, y es seguido por una reacción emocional (rabia, frustración, tensiones, autocríticas) que interfieren directamente con el correcto desarrollo de cualquier actividad. Se produce una gran cantidad de pensamientos y sentimientos que, normalmente, dan lugar a un círculo vicioso de evaluaciones negativas crecientes. La mente comienza juzgando un hecho aislado, luego un grupo de hechos, luego se identifica con ese grupo y finalmente se juzga a sí misma.
        Los juicios finalmente acaban convirtiéndose en realidades, ya que después de infinitas repeticiones se convierten en expectativas incrustadas.

        Dejar de emitir juicios no quiere decir ignorar los errores; es ser consciente de las cosas tal y como son, sin agregar nada; es descubrir las causas.

        Nuestra función como profesores no es satisfacer expectativas ni seguir normas; es enseñar
        .


      • Intentar que el alumno tenga un máximo rendimiento sin que note que se está esforzando demasiado. Una mente concentrada quiere decir un rendimiento óptimo; una mente con sobreesfuerzo es una mente estresada, y sin disfrutar el aprendizaje no es una experiencia positiva.A demás el sobreesfuerzo produce tensión muscular y movimientos torpes y sin fluidez. Obviamente un músculo relajado es más flexible.
      •  Enseñar de la manera más eficaz posible; los alumnos se divertirán
        • Usar el mínimo posible de instrucciones verbales; las imágenes demuestran ser mejores que las palabras; mostrar es mejor que contar.

        No hay comentarios:

        Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...