En toda enseñanza, y de manera especial en el desarrollo de la consciencia corporal, partimos de esta premisa: cuanto
más libre de miedo y dudas se vea todo proceso de aprendizaje, más fácil
será.
Muchas personas han perdido el contacto con sus sentidos, y para aprender realmente un movimiento es necesario aprender a sentir, y aprender a aprender también en muchos casos.
Algunos puntos importantes para un conocimiento real de nuestro cuerpo y sus movimientos son:
- Percibir y aceptar nuestros movimientos tal y como son, desde las sensaciones y sin la interferencia de los juicios.
- Cuanta más atención se presta al movimiento más experiencia se obtiene y más naturalmente se aprende. El aprendizaje mediante la experiencia es insustituible.
- Si intentamos describir un movimiento y sus elementos con palabras probablemente nos hagan falta muchísimas normas a seguir; esto es difícil, complejo y siembra un sinfín de dudas. Debemos observar la actividad muscular para encontrar experimentalmente la mejor sensación, aquella que nos proporcione el grado exacto de firmeza o relajacióne y los mejores resultados. Con el tiempo desarrollaremos un estilo apropiado a nuestra habilidad y personalidad.
- Respetaremos el proceso de aprendizaje natural y cuidaremos sus etapas.
- Reconoceremos los errores como una parte importante en el proceso de desarrollo; progresamos gracias a ellos.
En resumen, comprender el movimiento y recordar la sensación que produce es como recordar una sola imagen. La atención y las sensaciones son los descubridores de la técnica en un proceso de aprendizaje natural, y en el quedan fuera las críticas y el carácter controlador.
El profesor con sólo una pista debe llevar al alumno al descubrimiento mediante un estado de atención y utilización de sus sentidos. El profesor debe ayudar al alumno a sentir los movimientos mostrándole físicamente, tomándole el brazo por ejemplo, para mostrarle exactamente lo que las palabras quieren decir. De esta manera pueden experimentar una gama de posibilidades y descubrir lo que les funciona mejor sin verse constreñidos por la idea de seguir una norma.
Si aprendiendo a tocar un instrumento comenzamos a aprender a concentrar la atención y a confiar en nosotros mismos habremos aprendido algo mucho más valioso que a tocar.
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