El método Kodály es uno de los más completos, ya que abarca la educación vocal e instrumental desde sus orígenes hasta sus niveles más altos en el campo profesional.
Su filosofía enfatiza la eficacia de una educación musical temprana, una alfabetización musical paralela al lenguaje que incluye pues a todos los niños sin restricciones.
Los niños comienzan a escuchar música popular local, conocida, cantada o tocada por sus padres en un ambiente familiar, que se amplía a otros países y culturas progresivamente. La música popular es la base de la expresión musical, un medio educativo de gran valor artístico.
La música no es una entidad abstracta, sino vinculada a los elementos que la producen; la voz y los instrumentos.
El papel de los padres es pasivo, y el profesor de música es el instructor principal.
Basa el aprendizaje en una sólida estructura y una acertada secuenciación pedagógica siguiendo
criterios científicos que tienen en cuenta el desarrollo psico-evolutivo del alumnado.
Entre los principales recursos pedagógicos empleados destacan:
- las sílabas rítmicas, que pretenden relacionar figuraciones rítmicas con conjuntos silábicos, con lo cual se obtiene cierta sensación fonética.
- la fononimia, que indica mediante diferentes posturas y movimientos de las manos la altura de los sonidos, posibilitando la identificación por parte de los alumnos.
- el solfeo relativo, que explota la entonación melódica representada en una sola línea que representa el pentagrama convencional.
Desde la experiencia adquirida sin el intermediario teórico se obtienen las reglas del lenguaje
musical. La música es una conjunto de relaciones sonoras plasmadas en el pensamiento, cuya primera expresión se plasma en la voz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario