Hablar de la educación para adultos es hablar de la enseñanza en el periodo más extenso de la vida (de los 20 años hasta el final de la vida) y al grupo social más numeroso (80% de la población aproximadamente).
Para ofrecer una enseñanza adecuada debemos conocer las características de etapa en la que se encuentra el alumno:
La edad adulta temprana y la madurez son periodos determinados no por la edad sino por la gran
plasticidad de aprendizaje. Se trata de un despertar de intereses muy heterogeneos, entre los que se encuentra la música, que el docente debe abordar de una manera abierta, dinámica y totalmente adaptada a cada alumno.
Con la larga esperanza de vida actual, la etapa posterior a la jubilación se ha convertido en una gran oportunidad de aprendizaje para un colectivo muy numeroso. A nivel personal he tenido y tengo alumnos mayores de 65 años que han dedicado mucho tiempo y pasión a la música, y han conseguido resultados sorprendentes en algunos casos, y en otros han logrado compensar durante bastante tiempo los efectos físicos y/o mentales de la edad. En esta etapa se trabaja el mantenimiento de las
capacidades y el progreso de las mismas.
En definitva, educación es sinónimo de desarrollo y transformación; se da a lo largo de toda
la vida y afecta a todas las dimensiones del individuo.
En la edad adulta la educación guía y optimiza el aprendizaje, y por tanto, el cambio y el desarrollo.
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