En primer lugar, debemos considerar las características físicas del alumno para escoger un tamaño adecuado a él. Éste variará según su edad y desarrollo, y estará entre 1/16 (niños de 3-4 años) a 4/4, el tamaño adecuado para los adultos.
Para establecer el tamaño adecuado del violín en un niño tenemos dos maneras de proceder:
- Colocar el violín junto al cuello, sobre el hombro izquierdo, y estirar el mismo brazo izquierdo hasta la voluta. La muñeca debe quedar a altura de la voluta con el brazo estirado.
- Colocar el violín sobre el hombro izquierdo y estirar el mismo brazo izquierdo hasta rodear la voluta con la mano. El brazo debe quedar ligeramente flexionado.
En ocasiones en los niños las características físicas del alumno pueden situarle entre dos medidas de violines. En este caso, recomiendo comprar la medida más pequeña. En el caso de mis alumnos les suelo prestar un violín que les vaya bien al comienzo y lo utilizamos los meses que haga falta hasta comprar la siguiente medida para que los padres puedan amortizar más tiempo el desembolso.
En los próximos posts hablaré de las características que todo violín, independientemente del tamaño, debe reunir para no crear dificultades añadidas al propio proceso de aprendizaje.
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